Mónica y Ana intentan limar asperezas y se reencuentran en El Asturiano. Sin embargo, pronto se hace evidente que Mónica está incómoda y termina haciéndole un desplante a la novia de su padre. Ana sale corriendo detrás de ella para tratar de que comprenda que, aunque la sombra del rencor es alargada, no es la solución a este problema.