Abel sorprende a Beltrán y Manolita en una lucha a vida o muerte. La terrible confesión de su cuñado hizo que el capitán aprieta el gatillo. En Amar es para siempre.
Abel llega a la Plaza de los Frutos y encuentra a Manolita y Beltrán uno frente al otro. Él, con una pistola en la mano, señaló al coronel y le dijo al capitán que Beltrán había intentado matarlo: él quiere terminar con ella sin ver cómo venga la muerte de su hija.
Abel se interpuso entre los dos, tomó la pistola y apuntó a su cuñado. Abel no aguantó más y le confesó a Beltrán que sabía todo sobre su pasado: el asesinato de Sidi Ifni, el asesinato de Marisol, el asesinato de Tito, su propio hijo …
Beltrán está contra las cuerdas, y remarca su trágico final a una intensa confesión que intenta provocar a Abel: El coronel revela que mató a la esposa y al hijo de Abel, sin querer, porque el Abel era el objetivo principal.
Abel no pudo contener su enfado y le disparó a Beltrán, quien cayó muerto en la plaza frente a él y Manolita.
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Fuente: antena3.com