Angustiada por la detención de Rafael, Marta pide a Alonso que le ayude tirando de contactos. La petición provoca un nuevo encontronazo entre el matrimonio en la que Alonso, se enfurece porque no dará el brazo a torcer al ‘amante’ de su esposa y que «no piensa mover ni un dedo para que lo saquen de la cárcel».