Ignacio, muerto de miedo, visita a su mujer en casa de Los Gómez para decirle que será su apoyo incondicional, decida lo que decida sobre su arriesgado embarazo.
El gesto de amor de Amelia, conseguir de la radio la carta de amor que le escribió Luisita, no le es suficiente a Luisita como para perdonar sus desplantes.
Silvia ha mantenido una profunda conversación con Quintero, en la que ella le ha demostrado su angustia por tener que quedarse siempre en la Plaza de los Frutos.