Coral se extraña de la ayuda desinteresada que le ofrece la madre de Raúl. En Amar es para siempre.
Coral y Carmen forman una piña frente a los problemas. La madre de Raúl se dio cuenta enseguida de lo que le estaba pasando a Coral. El cambio físico en la joven hizo que descubriera su embarazo.
Coral no puede explicarse por qué Carmen tiene tanto interés en ayudarla. Coral les hizo mucho daño a ella y a Raúl en el pasado.
Pero Carmen no quiere nada a cambio. Solo tiene el deseo de ayudarla se ve reflejada en ella. Carmen pasó por lo mismo cuando era joven, tuvo dos amores, Germán y Uriarte.
Carmen y Coral se ven en su casa, la mujer está nerviosa, su hijo Raúl está a punto de llegar y no quiere que encuentre allí a Coral.
Coral le comunica que ya tiene la cita para que el doctor la vea. Carmen se ofrece a acompañarla. Coral le dice que le encantaría. Coral se queda pensativa y Carmen le dice que quiere estar a su lado: «Quizás el bebé sea mi nieto, hijo de Raúl».
«Me imagino lo duro que debe de ser para ti no saber quién es el padre del hijo que esperas», Carmen llora y Coral sabe que algo le está pasando. La joven intenta aliviarla de su sufrimiento y se sienta a su lado tomándole la mano.
«Sé lo que te pasa y lo sola que te sientes. Yo viví algo parecido. Raúl no es hijo de Germán. Siempre tuve esa sospecha, pero Germán me lo confirmó antes de morir. Él no podía tener hijos».
Carmen le suplica que no diga nada. Si el secreto sale a la luz todo saltara por los aires. Coral no duda en prometerle que de ella no saldrá ni una palabra. Coral desaparece sin saber quién es el verdadero padre de Raúl.
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Fuente: antena3.com