La familia Quevedo atraviesa un momento difícil en su vida en Amar es para siempre. Después del infarto que sufrió Federico, todo se ha vuelto incierto y Elena se encuentra llena de dudas sobre el futuro de sus hijos. En una conversación íntima con Crespo, confiesa su preocupación y expresa su desconocimiento acerca de lo que les espera.
Julio, por su parte, decide brindarle su apoyo incondicional a Elena. Sin embargo, el beso que se dieron recientemente ha hecho que ella se cuestione las verdaderas intenciones de Crespo. A pesar de ello, Crespo deja en claro que siempre estará allí para ella, diciéndole que puede contar con su apoyo en todo momento. Un gesto que deja a Elena sin palabras es cuando Crespo le da un beso en la mano, demostrando su cariño y comprensión.
A pesar de la incomodidad que pueda existir en esta situación, Elena agradece profundamente a Crespo por haber estado presente durante esos momentos difíciles para su marido. Ella reconoce que, de no ser por él, no sabe si Federico seguiría con vida hoy en día.
En resumen, la familia Quevedo está pasando por un momento complicado, pero Elena encuentra consuelo y apoyo en la presencia de Crespo. A pesar de las dudas y las interrogantes que puedan surgir, ella reconoce el valor de contar con alguien que estuvo ahí cuando más lo necesitaban.
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Fuente: antena3.com