Germán, por fin, puede morir tranquilo

Fran, que sabe que a su tío le queda poco tiempo de vida, acepta su petición de volver a trabajar para él.

Los días de Germán están contados y debe dejar la empresa de juguetes en buenas manos. En Amar es para siempre.

Germán tiene poco tiempo de vida y necesita saber que su juguetería quedará bien gestionada. Las jugueterías de Garlo son su vida y su pasión. El padre de Raúl sabía que su hijo era bueno con los números, pero no compartía la filosofía de la empresa. Sin embargo, su sobrino Fran es tan soñador como él.

Germán solo estaría tranquilo si compartiera la gestión de Garlo entre Raúl y Fran, uno sería gerente de cuentas y el otro, gerente creativo. Juntos, si viajan en la misma dirección, formarán el tándem perfecto para que Garlo siga manteniendo su esencia.

Fran aceptó la propuesta, como último favor que le pide su tío ,a pesar de que no quería mezclar asuntos familiares con profesionales.

El momento más duro llegó para Germán y Carmen, quienes le dieron la noticia a Raúl. El hijo de García Corcuera siempre ve a Fran como un rival porque ve que su padre es más tolerante con su sobrino que con su propio hijo.

La reacción de Raúl preocupa a Germán y Carmen, el joven no entiende que tenga que compartir con su primo la dirección de la empresa familiar.

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Fuente: antena3.com