El momento más duro llegó para Germán, una conversación con Raúl sobre el futuro de Garlo que podría arruinar a su familia para siempre. En Amar es para siempre.
Raúl sigue entusiasmado con la propuesta que le dejó su padre de construir una nueva juguetería Garlo en la Calle Preciados. El hijo de Germán sorprendió a su padre cambiando el carácter y mostrándose muy amable con él.
El joven se presenta en la oficina de su padre con estupendas propuestas para la nueva tienda y Germán aprovecha para tener una importante conversación con él.
Germán quiere hablar sobre el futuro de Garlo y le dice a su hijo que quiere que Fran se haga cargo de la gestión de la juguetería familiar.
La decisión de Germán destroza a Raúl que se opone rotundamente a que su primo tome el puesto que es suyo. Raúl se va de la oficina furioso, nunca lo apreció como debía y aunque se dejo la vida trabajando para agradar y ganarse el cariño de su padre, no fue suficiente.
Germán es un atípico hombre de negocios con alma juvenil, nunca deja de ponerse en la piel de los niños para crear juguetes, virtud que comparte con su sobrino Fran. Por ello, confía en élpara hacerse cargo de la gestión de Garlo: «Quien gestione este barco debe amar al océano como a su propia vida«.
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Fuente: antena3.com