Mientras Jesús trabaja, las vecinas le piropean por su striptease, comparándole nada menos que con el David de Miguel Ángel. Una idea empieza a gestarse en su cabeza, ser modelo. Pero cuando se lo dice a Amelia y Luisita ellas se ríen. No parecen estar muy convencidas y eso a Jesús no le hace ninguna gracia. Quiere ser el ‘Apolo de Chamberí’.