Jordi Rebellón, muy conocido por su personaje Vilches en ‘Hospital Central’, dará vida a Luis Ardanza en la Segunda Temporada de ‘Amar es para siempre‘. El actor ha sido entrevistado por la revista online de actualidad XL Semanal, donde habla sobre la serie, teatro y política.
Confiese, ¿a que terminó hasta los pelos de interpretar a Rodolfo Vilches?
No, le debo mucho. Gracias a Vilches no tengo que explicar lo que puedo hacer. Y con la que está cayendo, cualquier actor al que le ofrecieran protagonizar una serie de éxito durante 12 años diría: «¿Dónde hay que firmar?».
¿Y cómo es caer en una serie tan rodada como ‘Amar es para siempre’?
Un privilegio y un reto. He formado parte de la serie semanal más longeva de la historia de la televisión nacional, y ahora estaré unos meses en la más longeva diaria. Participaré en 85 episodios.
Ahora, por si fuera poco, combina la televisión con el teatro. ¿Cuesta el cambio?
Se hace uno con los años. En la tele, además, va todo tan rápido que no da mucho tiempo a pensar. No puedes hacer personajes tan profundos, pero tiene sus compensaciones.
Y, además, se trata de una obra de teatro con alto contenido político. ¡Vaya viraje!
No es exactamente política, más bien ética. No está relacionada con la situación actual fue escrita hace seis años, sino con cómo nos vendemos, con el engaño. Y, aunque habla de un presidente del Gobierno y de mentiras, se desarrolla en un país en que todo funciona bien. ¡Ya quisiéramos eso hoy…!
¿Qué solución daría a lo de hoy?
Que se fueran todos los políticos. Todos, del presidente del Gobierno hacia abajo. Y que entrara gente nueva, limpia.
Vaya, se moja bastante.
Es que no entiendo que no se saque partido a los aspectos positivos de la popularidad.
¿Por ejemplo?
Por ejemplo, concienciar a la gente de lo que está pasando con la infancia. Siempre que puedo colaboro con ONG relacionadas con niños con síndrome de Down o discapacitados. También soy miembro de Greenpeace, me espanta lo que estamos haciendo a este maravilloso planeta.
¿Y cuándo descansa?
Soy muy de no hacer nada. Bueno, hacer lo que me dé la gana: pasear a mi perro por la montaña, ver películas, leer… Sé que hay gente que dice que trabaja siempre, pero yo tendría muchas cosas que disfrutar si tuviera el dinero suficiente para retirarme.
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