El trabajo de sus sueños parece más cercano que nunca a Manolín. En Amar es para siempre.
Un pequeño teatro fue lo que acercó a Manolín al empleo de sus sueños. Don Germán quiso conocer su historia primero y gracias a la confianza del abuelo del joven se conocieron.
Don Germán prefiere la ilusión que Manolín siempre ve en los bocetos de sus obras y ambos comparten ese carácter inocente de niño. Al joven le faltaban diseños y estaba tan emocionado que compartió sus ideas con el dueño de la juguetería.
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Fuente: antena3.com