Marc Clotet: «Es un gusto poder trabajar algunas secuencias improvisando»

El actor barcelonés Marc Clotet, que interpreta actualmente a Mauro Jiménez en Amar es para siempre, ha sido entrevistado por la revista VIM Magazine. Clotet encabeza la ficción de sobremesa de Antena 3 dando vida a un joven rebelde y seductor. El actor habla con detalle de cómo está viviendo el rodaje de la serie y repasa cómo fueron sus inicios en la interpretación.

Muy poca gente sabe que estudiaste Administración y Dirección de Empresas tras tus primeros pinitos interpretativos, y que no te dedicaste a esto hasta los 26 años. ¿Cuál fue la chispa que te llevó a decidir tomar este camino?

La chispa fue mi hermana Aina, que también es actriz e insistió en que retomase las clases de teatro. ¡Suerte que seguí su consejo!

Esta nueva etapa comenzó con ‘El cor de la ciutat’. A ésta le siguieron unas cuantas series más antes de topar con un papel en «La voz dormida». ¿Fue esa tu gran oportunidad? ¿Le debes a Benito Zambrano un mayor reconocimiento en el sector cinematográfico a partir de ese momento?

Ha sido una oportunidad increíble. Es cierto que el hecho de participar en un proyecto como el de «La voz dormida» te da cierto reconocimiento dentro de la profesión. Pero lo más importante, y nunca se lo podré agradecer suficiente a Benito, es todo lo que me enseñó no sólo a nivel interpretativo sino como persona.

Después de todo entonces… ¿Un actor nace o se hace?

Yo creo que depende. Que cada persona es un mundo. Puede nacer o hacerse pero, para mí, es fundamental no dejar nunca de aprender y crecer.

Y después de todos estos cambios profesionales hasta que te has hecho hueco en el sector interpretativo, ¿te arrepientes de alguna de las decisiones que has tomado?

Para nada, gracias a las decisiones tomadas ahora estoy aquí y tengo la gran suerte de poder vivir de mi pasión: actuar.

A pesar del parón interpretativo desde la adolescencia hasta hace unos años, no has descuidado para nada tu formación. ¿En qué crees que es fundamental trabajar antes de embaucarse en el mundo de la interpretación? ¿Qué es eso que suele olvidar la gente, pero que para ti es importantísimo?

Hay que crecer cada día. Todo sirve. Como actores tenemos que ir sumando cuanto más experiencias y conocimiento mejor, ya que así podremos nutrir con mayor intensidad cada uno de nuestros personajes. Es básico formarse y no sólo en el mundo interpretativo.

En ‘Amar es para siempre’, Tomás es el mejor amigo de Mauro, tu personaje. Nos encontramos con un soñador puro (Mauro) frente a un adulto más escéptico y acorde a su edad, sobre todo, a la hora de tomar decisiones. ¿Consiste, por tanto, la amistad en encontrar personas complementarias para nosotros?

Por supuesto que podemos aprender mucho de personas diferentes a nosotros y enriquecernos. Pero para mí, la amistad se basa en la confianza, en crecer al lado del otro, en ayudarle, etc. y al fin y al cabo todos somos distintos y complementarios.

Uno de los inconvenientes de una serie diaria es que el tiempo para estudiar tu texto es mucho menor. ¿Es complicado llevarlo bien? ¿Hay hueco para la improvisación en ‘Amar es para siempre’?

Haciendo una serie diaria te das cuenta de que el cerebro es un músculo. Es importantísima la curva del aprendizaje. A medida que avanza la serie y conocer bien a tu personaje te ves capacitado para improvisar. Con mi compañero Enrique Berrendero y Bárbara Goenaga lo llamamos «free style». Es un gusto poder trabajar algunas secuencias improvisando, se crea una magia increíble que te obliga a estar 100% pendiente de tu compañero. Para mí, la esencia de la interpretación.

Has afirmado que compartes con Mauro su lado seductor pero de una manera más racional… ¿Se puede ser racional en el amor? ¿No se pierde la magia?

Yo soy una persona muy racional, aunque intento cada vez serlo menos. Es cierto que la magia del amor no pasa por la cabeza, aunque es bueno no empacharte de ella porque te puede llegar a confundir. No hay que perder nunca lo que uno es.

¿Cuál es la cualidad de Mauro que te encantaría poseer a ti mismo,  y qué estarías dispuesto a robarle?

Su inocencia.

Dentro de tus próximos proyectos está «Bloody West» de Manu Velasco. ¿Cómo vamos a poder verte en este film?

«Bloody West» es un Western de terror, donde un grupo de amigos vivirán su peor pesadilla. Prefiero no adelantar nada de mi personaje. Sólo decir que espero que la gente quede pegada a la butaca del cine.

Esta película además ha recurrido a los espectadores, a la gente de a pie, para conseguir financiación mediante el proceso de crowdfunding. ¿Es una alternativa a tener en cuenta ante la situación actual?

Tal y como está todo hay que reinventarse para poder seguir haciendo lo que nos gusta: contar historias. Creo que el crowdfunding es una muy buena alternativa para acercar a la gente tu proyecto y hacerla partícipe.

¿Se puede sacar algo positivo del ataque que está sufriendo la cultura? ¿Existe el positivismo, tal y como estamos ahora, en cualquier sector?

Yo intento ser siempre positivo, aunque tengo que reconocer que cada día me cuesta más. No entiendo qué pretenden los políticos con la cultura. Pienso que es el mayor bien que tiene una sociedad y que hay que potenciarla siempre. Es una pena ver lo que están haciendo.

¿Por qué proyecto serías capaz de hacer cualquier cosa, una locura si fuera necesario?

La verdad es que no lo sé. Me conformo con ir poco a poco. Peldaño a peldaño.

Interpretas a Salva en «La estrella», un chico con ciertas aspiraciones sociales y unas prioridades muy concretas… Pero, ¿cuáles son las aspiraciones de Marc?

Poder trabajar toda la vida como actor. Esta es mi gran aspiración.

Siguiendo esta línea de metas o aspiraciones a las que llegar o conseguir en la vida… ¿Cuál ha sido el último sueño cumplido y el próximo por cumplir?

El último sueño cumplido es hacer teatro. Estaré en el CDN en Enero 2014 con la obra «Amantes» dirigida por Vicente Aranda. El sueño por cumplir es montar una productora con mi hermana.

El cine está sufriendo mucho esta situación de crisis, no sólo en España, aunque aquí es mucho más patente. ¿Es el momento, también para vosotros, de abandonar nuestro país y buscar trabajo al otro lado del charco? ¿Seguirán los jóvenes actores el camino de muchos otros jóvenes y se sumarán a esa opción, a ese nuevo tren de oportunidades?

No hay que cerrarse en un país, el mundo es gigante y está lleno de posibilidades. Por supuesto que hay que mirar fuera.

Por último, ¿existe la perfección interpretativa?

¿La perfección? No creo que exista, siempre se puede ser mejor, siempre.

Fuente

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