Momentos antes de morir, Germán revela su secreto

Carmen, siempre enamorada, nunca se atrevió a decirle a Germán las dudas que tenía sobre la paternidad de su hijo Raúl.

Germán y Carmen vivieron una mentira: Raúl no era su hijo. En Amar es para siempre.

Germán afrontó sus últimos días con el coraje de dejar un hermoso legado familiar y empresarial.

El dueño de Garlo le dio a su hijo la dirección de una nueva tienda en la Calle de Preciados, en Madrid. También le dio un caballo a su esposa y le hizo saber que él siempre estaba a su lado.

A pesar de la furia de Raúl, Germán sabía que su sobrino llevaría la empresa, que con tanto esfuerzo y entusiasmo había levantado de la nada, mucho mejor que Raúl.

Pero Germán tiene una última cosa que hacer, abrirse a Carmen. Germán aprovechó una emotiva conversación entre los dos para desentrañar su silencio durante años: «Raúl no es mi hijo«.

Carmen se sorprende, ¿cómo se enteró Germán de la sospecha que ha llevado Carmen a lo largo de su vida? ¡Raúl es el hijo de Uriarte!

Pero no es solo Carmen la que guarda un secreto, Germán tiene algo muy importante que decirle a su esposa: «Sé que no es mi hijo porque desde muy joven supe que no podía tener hijos«. Germán era una especie de tranquilo porque no se atrevió a confesarle a Carmen por miedo a perderlo.

Carmen pasó muchos años preguntándose quién era el padre hasta que llegó el día en que dejó de hacerlo para seguir adelante con su vida.

Carmen ahora comprende por qué su esposo era tan estricto con Raúl, porque en realidad no era su hijo. Germán, sin embargo, lo niega y le recuerda a su esposa que siempre le da a Raúl todas las oportunidades.

Carmen y Germán se entienden y se perdonan, pase lo que pase, siempre están juntos.

No te pierdas ninguna novedad sobre Amar es para siempre y síguenos en Facebook (haz clic aquí), Twitter (haz clic aquí) y suscríbete a las notificaciones de esta web para enterarte de las novedades más importantes totalmente gratis.

Fuente: antena3.com