Tras la confesión de Mónica, Nuria está incrédula. Ante los problemas que su pareja le cuenta por el próximo juicio de Félix Novoa, sólo puede pensar que siempre ha sido la hija ejemplar, responsable y trabajadora, sin poder dar crédito a las palabras de Mónica, siendo incapaz de revelar qué está pasando en su vida.