Indignada por los comentarios retrógrados tras la manifestación que organizó con Amelia, Luisita trata de callar bocas besando a su novia en mitad de la Plaza de los Frutos delante de la vecina que se dedica a hablar mal de ella y de su familia.

Luisita planta cara a las vecinas retrógradas y dejará a todas con la boca abierta.

El astuto jefe de recepción está a punto de acatar el plan de Irene a la perfección.

Pelayo y Manolita se han quedado sin palabras al ver todo lo que ha ocurrido.

Han ocurrido cosas que ninguno de los manifestantes se imaginaba.

Ha contratado al hombre que Irene ha seleccionado para llevar a cabo su plan.

La joven ha recibido la llamada del tocólogo después de la consulta junto a Guillermo.