Lourdes cita a Jacobo en casa de Guillermo ante la presencia de Julia y Guillermo para frenarle los pies y darle donde más le duele.

Jacobo se presenta en casa de Julia dispuesto a ganarle la batalla a ella y a su familia sin ningún tipo de escrúpulos.

Irene no puede evitar encararse con Jacobo al verle en la plaza, él fue quien sacó a la luz sus fotos con Armando y no piensa parar hasta destruirle pero el marido de Lourdes está dispuesto a todo y no teme las amenazas de Irene.

Lourdes y Julia están aterradas tras el secuestro que el propio Armando ha organizado como pura estrategia para hundir a Guillermo.

Manolita vuelve al despacho tras su jornada en busca de su cartera.

Irene está dispuesta a todo con tal de conseguir el perdón de su hermana y le confiesa cómo comenzó su relación con Armando hace ocho años.

A las hermanas Eguía tan solo las mantiene unidas la difícil situación de Lourdes respecto a la maquiavélica respuesta de Jacobo sobre su separación.