Tras muchos nervios y una tediosa espera a que llegase el 'invitado especial', María camina hacia el altar del brazo de su padre y la cara de Ignacio refleja puro amor y emoción al ver tan radiante a la mujer de su vida.
Llanos y Arturo deciden quedarse en Madrid para alegría de Carvajal que le da la opción a Llanos de trabajar a media jornada para que pueda hacer prácticas como profesora.