«Con la misma ilusión y muchas ganas de trabajar». Así confiesa Sara Casasnovas (A Coruña, 1984) que se enfrenta de nuevo a Alicia Peña, un personaje clave en su carrera artística. Más madura y tan guapa como siempre, responde a las preguntas de la revista Telenovela.
¿Cuál crees que es el motivo de que tu personaje haya calado tanto como para regresar de nuevo a la pantalla?
No lo sé, pero confieso que para mí es un orgullo que el público me recuerde y quiera volver a ver a esa muchachita francesa que luchaba por la libertad y que vivió una gran historia de amor.
Y ha vuelto convertida en toda una mujer…
En la ficción han transcurrido diez años, y ahora es una abogada de prestigio.
¿Sara también ha madurado?
Claro que sí. ¡Y menos mal! Aunque la esencia es la misma.
¿Qué ha pasado en este tiempo entre Alicia y Fernando Solís (Carlos García) que también regresa a la novela?
Pues se alejaron. Él se fue a Francia y ella se quedó aquí. Fernando quería luchar por la libertad desde las armas y Alicia desde el Derecho.
Finalmente, Alicia eligió a Álvaro (Jesús Cabrero).
Así fue. Optó por el amor tranquilo que le ofrecía su profesor. Todo parece indicar que él ha permanecido en su vida todos estos años, pero solo lo parece… Pero todos sabemos que su amor en mayúsculas, esa bomba de relojería que nos deja desnudos ante el temporal, no es él y, ahora, vuelve a aparecer en su vida.
La Plaza de los Frutos de ‘Amar…’ se enfrenta a una nueva etapa y algunos espectadores no conocerán a Alicia Peña. ¿Puede suponer un problema?
No, porque se ha pensado muy bien y se va a ir explicando poco a poco quién era esa niña francesita que no lograba adaptarse a la época, ni a la familia en la que estaba.
Otro papel que te dio mucha popularidad fue Natalia, del Comisario.
Sí, aunque yo empecé a subirme a las tablas en Galicia, mi tierra. Luego hice series allí.
¿Dónde tienes tu residencia?
Adopto mi vivienda donde tenga una oportunidad laboral.
Luego te hemos visto también en ‘Hospital Central’ y has hecho mucho teatro ¿Siempre has querido ser actriz?
De niña tenía inquietudes artísticas, como la música y la escritura, pero donde más plena me siento es en la actuación. Me gusta trabajar con las emociones.
Estás de gira durante todo este año, ¿Es cansado hacer la maleta todos los fines de semana?
En absoluto. Me parece un privilegio poder descubrir pueblecitos y trabajar en teatros con energías distintas que te impregnan en cada función. Ojalá muy pronto podamos hacer escala en Madrid.
¿A qué dedicas tu tiempo libre?
(Risas) A vivir. No tengo ninguna extravagancia. Mi vida es muy normal, como la de todos. Voy al cine, al teatro, leo…
¿Sueles verte en la tele?
Creo que forma parte del aprendizaje, pero en un primer visionado nunca logro disfrutarlo, ya que me veo a mí y no al personaje.
¿Compaginas la novela con otros trabajos?
Estoy de gira con la obra Paradero desconocido, dirigida por Laila Ripoll, que muestra cómo la amistad y el amor pueden romperse por las ideologías, en este caso, la nazi.
¿Utilizas las redes sociales?
Apenas me relaciono a través de ellas. No me gustan, las utilizo lo mínimo, solo por mi profesión.
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