Tras el encuentro cómplice en casa de Guillermo en el que casi se besan, Julia no para de darles vueltas y le confiesa a su hermana su atracción por el abogado.
Luisita no es la única que lo está pasando mal con la despedida de Amelia, A Marcelino también le cuesta y trata de evitar el tema para hacer como si nada pero Luisita le hace ver que hablarlo es la mejor opción para aprender a vivir sin ella.