Las palabras de Lourdes rogándole a su padre que luche por su madre conmueven a Armando que decide volver a casa para hablar con Julia para darse una nueva oportunidad.
A Jacobo, Luis, el jefe de mantenimiento, le resultaba muy misterioso hasta el punto de tener celos de él creyendo que estaba obsesionado con su mujer.
Ayudada por Benigna, Manolita entra a trabajar en el despacho de abogados como ‘señora para todo’ para poner en orden en el caos que reina en el bufete.
Tras la negativa de Julia de darse una nueva oportunidad, Armando está furioso y aprovecha la reunión familiar, en la que van a comunicar a sus hijos que se van a separar, para acorralar a Julia y hacerle confesar su infidelidad.