Fabián se queda sin palabras al ver a una Virginia totalmente diferente.
Fabián no puede creer lo que ve, Virginia entra por la puerta del obrador como si nada hubiera pasado, dispuesta a trabajar como cualquier otro día. La alegría del chico es inmensa, ya la creía vestida de monja y dentro del convento.
Fabián le pide perdón por no reaccionar como debía a la declaración de ella. A Virginia no parece importarle nada y la seguridad con la que contesta a Fabián lo deja sin palabras.
Virginia ha vuelto decidida a no perderse nada.
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Fuente: antena3.com