Armando ve a Guillermo hablar con Mateo y se molesta pero tras la confesión del amante de su mujer, Armando se enfurece por creer que se está metiendo demasiado en su vida.
Jacobo cree que, tras verse obligado a confesarse culpable, sin serlo, de propinar una paliza a Luis, retomará su matrimonio con Lourdes pero esta tiene otros planes para él ya que le considera un enfermo mental.
Benigna se viste de luto porque todo en la vida parece que le va mal pero una visita sorpresa le va a dar fuerzas para seguir adelante tras haber sido víctima de un terrible timo.
Jacobo está desesperado tras convertirse en un monstruo a ojos de su suegro Armando y de su mujer Lourdes tras ser falsamente acusado por Luis de haberle propinado una paliza.