Tras el macabro plan de autolesionarse para inculpar a Jacobo, lejos de distanciarse Luis regresa al hotel para no perder de vista al que fue el gran amor de su vida.
La terrible acusación de Luis dejando a Jacobo como un monstruo ha conseguido que este se gane la confianza de Lourdes, quién ve en él tan solo una víctima.
Tras la terrible escena en la que Luis, herido, culpa a Jacobo de golpearle y este trata de defenderse tachando a Luis de loco, Lourdes toma una decisión drástica para enfrentarse al monstruo en el que cree se ha convertido su marido.